domingo, 16 de agosto de 2009

Esperé hasta que salga el sol pero no sé por qué nunca regresé. Te dejé por divertirme y ahora no sé por qué nunca regresé. Cuando vi el atardecer, tuve ganas de volar lejos en vez de arrodillarme en la arena a juntar con mis manos cada una de mis lágrimas. Mi corazón está bañado en vino pero vos seguís ahí, en mi mente, por siempre. Afuera, en medio de este mar inmenso, podría morir en el éxtasis pero sólo seré un saco de huesos conduciendo sola cuesta abajo. Mi corazón está bañado en vino pero vos seguís ahí, en mi mente, por siempre. Algo tiene que hacer que esto funcione, aunque yo no sé por qué no regresé. Y hoy me siento tan vacía sin vos, aunque todavía no sé por qué nunca regresé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario